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8 febrero, 2018
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Comer sano es un estilo de vida, al igual que lo es la práctica regular de ejercicio físico, o el cuidado de tu salud mental

Comer sano significa entre otras cosas comer ALIMENTOS REALES distribuidos y combinados de un modo adecuado,  ¿y te preguntarás… y cuáles son los alimentos reales? porque si partimos del concepto de la palabra real “que tiene existencia verdadera y efectiva”, todos son reales… Pues bien, me refiero a aquellos alimentos que se encuentran en su estado NATURAL, y que no han sido procesados y con ello modificados por la industria alimentaria.

Quizás ya te hayan venido unos cuantos a la cabeza, y seguro que has acertado porque lo cierto es que no son nada novedosos, están con nosotros desde hace siglos y nuestros abuelos ya los comían. Entre ellos se encuentran las verduras y hortalizas, las legumbres, los tubérculos, cereales integrales, semillas, frutos secos, pescado, marisco, huevos, lácteos…etc

Si, si, estarás diciendo pero..¿y entonces cómo hay que comerlos…? Porque yo ya como muchas verduras y nada de grasas y sigo igual..

 

Pues te voy a dar 7 claves muy sencillas:

1º. Lo ideal sería comer 5 raciones al día de frutas, verduras y hortalizas priorizando las que están de temporada.

Por ejemplo, 2 raciones de verduras y hortalizas como guarnición de nuestros platos principales y 3 raciones de fruta repartidas a lo largo del día.

Esta práctica nos garantiza un consumo adecuado de vitaminas, minerales y fibra dietética  y además podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

El Plato Saludable de Harvard representa muy bien en qué proporción han de ir éstas en nuestro plato.

2º. Hacer a las legumbres protagonistas de nuestros platos entre dos y tres días a la semana. Podemos consumirlas como alternativa a la carne ya que tienen una elevada calidad proteica.

3º. Alimentos como el pan, la pasta o el arroz los elegiremos en sus versiones integrales frente a las refinadas. Podemos consumir entre 2 y 3 raciones de éstos cada día.

4º. Dentro de los alimentos proteicos como el pescado, los huevos, la carne de ave y los lácteos elegir estos frente a otros menos saludables como las carnes rojas o los embutidos.

5º. Comer un puñadito al día de frutos secos, pero elegirlos al natural o tostados, no fritos ni salados.

6º. El agua será nuestra bebida de referencia. Ya sabéis que en condiciones ideales un 60% de nuestra composición corporal es agua y tenemos que reponer las pérdidas diariamente.

. Se recomienda utilizar aceites saludables, principalmente el de oliva virgen extra. Los beneficios de una dieta que contiene aceite de oliva han sido demostrados mediante múltiples estudios.

Una recomendación para disminuir el consumo de sal es añadir especias a los alimentos cuando los cocinamos.

Espero que estos consejos te hayan sido de utilidad.

Monse Torres