18 abril, 2018
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Vitamina D

La vitamina D, también llamada calciferol, es una vitamina liposoluble con importantes funciones en nuestro organismo.

Sin ella no se produce una correcta mineralización ósea, lo cual, puede conducir a un cuadro de osteoporosis u osteomalacia si la deficiencia perdura en el tiempo. Pero su acción, no se reduce al metabolismo mineral óseo, en los últimos años se han conocido otras funciones de esta vitamina, como su rol en el correcto funcionamiento del tiroides, en la respuesta inmune frente a las infecciones, en la proliferación y diferenciación celular y en la secreción y efecto de la insulina, entre otras.

Así, su deficiencia podría favorecer la aparición de osteoporosis, enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto, diabetes mellitus tipo I, lupus, artritis reumatoide o enfermedad inflamatoria intestinal. Por tanto, el mantenimiento de unos niveles adecuados de esta vitamina es muy importante para la prevención de estas enfermedades, y para el tratamiento de éstas cuando ya se han instaurado, ya que mejoran su evolución.

Actualmente, su deficiencia es prevalente a nivel mundial, tanto en adolescentes como en adultos y, sobre todo, en ancianos y la causa principal es la falta de exposición solar.

¿Cómo se obtiene la vitamina D?

La vitamina D3 o Colecalciferol se obtiene de dos fuentes básicas, la producción endógena por la exposición de la piel a los rayos ultravioletas procedentes de la luz solar (90%) y la dieta (10%)

PRODUCCIÓN ENDÓGENA:

Esta síntesis se realiza a partir de la radiación solar sobre la piel. La exposición solar es la fuente de vitamina D más eficaz, y se precisa, aproximadamente, una exposición de 10 min de brazos y piernas (no protegidos) 3 veces a la semana para prevenir el déficit de vitamina D.

Es potencialmente útil en casos de alteración de la absorción intestinal, como pancreatitis, fibrosis quística y enfermedad de Crohn ya que la vitamina procedente de los alimentos no se absorbe correctamente.

Los rayos ultravioleta (UV) son absorbidos por el cristal, la ropa, los pigmentos cutáneos y los protectores solares, por tanto, todos estos interfieren con la síntesis de vitamina D.

Además, hay que tener en cuenta que la eficiencia en la producción de la vitamina D por la piel disminuye con la edad, por tanto en estos casos se hace necesaria la suplementación.

FUENTES DIETÉTICAS:

Cuando la exposición solar no es adecuada, debe haber una compensación con la dieta y en caso necesario con suplementación. Los alimentos con mayor contenido en vit D son los siguientes:

  • Salmón salvaje/recién pescado: 600-1000 UI vit D3
  • Salmón de piscifactoría: 100-250 UI vit D3
  • Sardinas enlatadas: 300 UI vit D3
  • Atún enlatado: 230 UI vit D3
  • Champiñones frescos: 100 UI vit D2
  • Yema de huevo: 20 UI vit D3
  • Productos lácteos fortificados

Deben de tener especial cuidado con el control de sus niveles de vitamina D aquellas personas sometidas a cirugía bariátrica, gastrectomía, que tomen medicamentos anticonvulsivantes, o con síndromes de malabsorción ya que presentan menor absorción de esta vitamina. Como se mencionó anteriormente, en estos casos se hace fundamental la exposición a la luz solar.

Monse Torres

Dietista-Nutricionista